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¿Cómo Cocinar Sano Con Poco Tiempo En La Cocina?








Si tuviésemos que caracterizar la vida de hoy diríamos que vivimos todos esclavos del tiempo, con un sentido permanente de urgencia y con la sensación que éste nunca alcanza para poder llevar a cabo lo que supuestamente hace falta hacer. En épocas no muy lejanas veíamos a nuestros padres y abuelos, especialmente a ellas, dedicadas a estar horas y horas preparando la comida de toda la familia, prácticamente nada se compraba y todo era hecho en casa desde los panes hasta los dulces. Ciertamente eran otros tiempos, había menos seres humanos en el planeta, la competencia era menor y el nivel de exigencia externo e interno también.

Es necesario que tomemos conciencia que esa falta de tiempo no signifique un detrimento en nuestra salud y que veamos que el comer afuera o comprar todo hecho, no solo es costoso, sino que además va en perjuicio de nuestro bienestar ya que uno se come la contaminación de lo enfrascado, enlatado, desvitalizado, de la comida rápida e incluso, tal vez, la energía de aquél que la hizo con desgano y desamor.

Hoy el cocinar ya no es un atributo solamente femenino, la estructura de la pareja actual hace que la presencia en la cocina sea responsabilidad de ambos, ya que la parte productiva también lo es, lo mismo que el cuidado de los hijos. Por eso es necesario que en el caso de una familia, donde convivan dos ó más adultos y si hay hijos, la tarea de crear el alimento, aquello que va a ser parte de nuestra salud y fortaleza cotidiana, sea una responsabilidad compartida.

Un cambio de mentalidad


Uno de los fantasmas más comunes, es justamente que comer Sano y Natural implica horas y horas de elaboración, pero en realidad, creo que la dificultad mayor está en el cambio de mentalidad en relación a proveerse de los alimentos naturales y comenzar a desechar algunos otros y también a modificar hábitos que están muy arraigados. Pero la cosa no es tan complicada; se trata de abrirse al cambio sabiendo la innumerable cantidad de ventajas que éste ha de generar, fundamentalmente, la posibilidad de prevenir un sinfín de enfermedades, lograr resolver otras, sensibilizar el cuerpo y la mente y un estado de fortaleza que permitirá una claridad y lucidez mental para dar respuestas a los desafíos de un mundo cada vez más convulsionado, así como un gran ahorro de dinero en médicos y medicamentos.

Organizar las compras


En principio buscar un almacén natural que venda productos de buena calidad, entendiendo por estos aquellos que son de naturaleza orgánica y no transgénicos. Una buena alimentación cotidiana implica proveerse de ciertos elementos y si bien la lista puede ser extensa, en un principio y teniendo en cuenta el poco tiempo que se dispone, los siguientes alimentos son suficientes para lograr de entrada una buena nutrición: arroz integral yamani, mijo, avena arrollada, cebada perlada, trigo burgol, quínoa, amaranto, fideos de harina integral, té verde tostado, pasas de uva, alguna otra fruta seca (damascos, pelones, ciruelas, higos), nueces, almendras, semillas de girasol, lentejas, milanesas y queso de soja, zeitán o gluten de trigo, germen de trigo, gofio, tapioca, sal marina (en lugar de sal común), jengibre fresco o de lo contrario seco, salsa de soja, aceite de oliva, de girasol y de lino de primera presión en frío, algas para la sopa (fuente única de minerales), dulce de membrillo, de manzana o de damasco hecho con azúcar integral, azúcar integral (tal como viene de la caña de azúcar), miel. Es fundamental un buen pan de harina de trigo integral superfina, que no tenga mejoradores, que es lo que suelen tener la mayoría (por lo menos hasta que Ud. aprenda a hacer su propio pan).

Vea si es posible conseguir verduras orgánicas y provéase de: zanahorias, zapallo calabaza o los brasileros de cáscara oscura, zapallitos, tomates, cebollas, cebollita de verdeo, chauchas, nabos redondos o largos, puerros, remolachas, brócoli, coliflor, repollo blanco o rojo, ajíes rojos, espinaca y/o acelga, batatas, apio, berenjenas, rabanito, hinojo, pepino, ajo. Frutas como manzanas verdes, rojas, kiwis, bananas, naranjas, pomelos, limones, tratando en lo posible que sean de estación y de las zonas de influencia. Con esto queremos decir que en cada estación tenemos que ir cambiando los productos a utilizar como las formas de cocción. Por ej. en otoño e invierno utilizamos las legumbres como lentejas, garbanzos, poroto aduki, etc., en forma de guisos, en cambio en primavera y verano las utilizamos cocidas, frías en ensaladas. También es importante tener en cuenta que a medida que los días son más calurosos tenemos que utilizar menor cantidad de alimentos cocidos, con menor cantidad de cocción e incorporar más crudos. Si en invierno la proporción de cereales a verduras es de 50 y 50%, en épocas templadas la proporción será de 30% y 70%.

Consiga además un pollo de campo, un pescado de aguas de mares profundos como el salmón y ó merluza y una leche de buena calidad (hay una de marca que es orgánica) para hacer ricota casera y yogurt y huevos de campo. Hoy en Bs. As. y también en otras ciudades es posible conseguir muchos productos orgánicos. Argentina es el tercer productor de orgánicos en el mundo.

Cómo cocinar rápido


Una ayuda fundamental es el freezer, que saca muy poco de la vitalidad de los alimentos y puede ser un verdadero aliado; no aconsejo el microondas para calentar ya que ahí sí el alimento se desvitaliza. Con prever lo que se va a comer al día siguiente, se saca del freezer y se deja en la heladera para que se descongele. Es bueno proveerse de recipientes de plástico grueso para el freezer y de vidrio para la heladera. También es ideal tener un wok, para cocinar crocantes las verduras, un cesto para verduras al vapor y ollas de barro o de acero inoxidable para cocinar cereales y sopas, cucharas de madera, cuchilla filosa para picar verduras, licuadora para hacer sopas tipo crema y procesadora de verduras para rayar, picar, etc.

Podemos utilizar un día del fin de semana y cocinar casi para la semana entera o para 5 días. Primero que nada hacemos una sopa con verduras como nabo, zapallo, cebolla y algas, se cocina, se licua y se guarda en el freezer la cantidad que va a ser usada diariamente en distintos recipientes (una, dos, o tres porciones) luego en el momento de calentarla se agrega, alternando cada día, algunas veces una cucharada de gofio, otras de tapioca, avena, otras germen de trigo, otras quínoa y otras amaranto o quihuicha. Salvo el germen de trigo que se agrega sin cocinar los otros cereales se cocinan en el momento de calentar la sopa (en pocos minutos).

Por otro lado se cocinan al vapor o en el wok (ambas cocciones no llevan más de 20 minutos) diferentes verduras, brócoli, batatas, ajíes, zapallo, zanahoria y otras, se guardan en la heladera, no en el freezer, en recipiente de vidrio, tapadas. Día a día se va sacando la cantidad necesaria y se condimenta con salsa de soja, alguno de los aceites, es bueno ir alternándolos para recibir las propiedades terapéuticas de cada uno.

Se puede preparar un cereal para varios días, arroz, mijo, (ambos se cocinan con 1 taza por 2 de agua), fideos de harina integral; una buena cantidad de cebollita de verdeo (fuente de hierro y desinfectante intestinal) para ponerle por encima; estos cereales se guardan en la heladera tapados en recipientes de vidrio y se toman las porciones que se necesitan diariamente, calentándolas al vapor. Se prepara una buena ensalada, a la que a veces se le puede agregar 1 huevo duro, otras un poco de queso roquefort, otras veces almendras, semillas de girasol y también se guarda en recipiente de vidrio, destapada, sin preparar, es decir se prepara en el momento de consumirla.

Es muy rápido, en el momento de querer consumirlos poner un poco de salmón en la plancha con limón, salsa de soja y tomillo, lo mismo que una milanesa de soja al horno. El día que Ud. utilizó una mañana o una tarde para cocinar puede poner en el grill de la cocina una presa de pollo con mucho limón y salsa de soja y dejarla guardada en el freezer o en la heladera hasta que vaya a consumirla y hacer un guiso de lentejas (fuente de hierro), también este último se puede guardar perfectamente en el freezer. Puede cocinar las manzanas para la mermelada sin azúcar para el desayuno, esta preparación le ha de alcanzar para toda la semana. La ricota casera es muy fácil de elaborar, con una leche orgánica, también la puede guardar en el freezer en rodajas y sacar la cantidad que va necesitando. El yogurt puede guardarse y conservarse en heladera por más de 10 días sin problemas.

Todo esto no le lleva más de 3 hs. sienta que en ese momento no hay más que eso, cocinar para estar bien, ponga la mejor de sus energías y tiene comida para varios días, para Ud. y su familia, ¡Vale la pena! De hecho que de acuerdo a las diferencias individuales habrá variantes a tener en cuenta, como por ej. que para las personas hipertensas no es bueno que consuman jengibre o que los que tienen un colesterol alto deben consumir casi nada o poco de grasas animales.

En la medida que va recibiendo los beneficios de una buena alimentación y una buena cocina, se va a sentir más estimulado a seguir haciéndolo, de investigar, de interiorizarse e incorporará nuevos alimentos empezando a usar su creatividad para inventar platos nuevos, simples y sabrosos.


Teniendo en cuenta que se trata de cocinar en poco tiempo, aquí van 2 recetas simples y sencillas que cumplen con este requisito: Ensalada Tabule de trigo burgol y Sopa De Verduras Con germen de trigo, o gofio o tapioca o avena arrollada.

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