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El Laboratorio Del Cuerpo, Dieta Desintoxicante: El Cuidado Del Hígado







¿Cuál es la función del hígado?


En gran medida la salud y vitalidad de un individuo está determinada por la salud y vitalidad del hígado. Es asombroso ver como el hígado, que es el responsable de la desintoxicación, sobrevive e intenta adaptarse al estilo de vida actual y a la cantidad de químicos tóxicos, presentes en  medicamentos, alimentos y contaminantes ambientales en general, smog, cargas electromagnéticas(TV, PC).

Como la función del hígado es la desintoxicación, el exceso de contaminantes, en general ambientales, es una de las causas que generan su mal funcionamiento, ya que es tanta la cantidad consumida de los mismos, que éste pierde fuerza para llevar adelante su función. Su debilitamiento impide la descarga normal de toxinas con lo que al verse desequilibrado muchas funciones corporales relacionadas con dicho órgano, se ven disminuidas.

Las funciones básicas del hígado son triples: vasculares, secretoras y metabólicas. Las funciones vasculares incluyen la de ser un importante depósito sanguíneo y filtrar cerca de un litro de sangre por minuto. De aquí que muchas funciones relacionadas con el sistema circulatorio tengan su origen en el funcionamiento de éste órgano.

Las funciones secretoras implican la síntesis y secreción de la bilis. El hígado fabrica aproximadamente por día un litro de bilis. La bilis es necesaria para la absorción de las sustancias solubles en grasas, que incluye muchas vitaminas. Aunque la mayoría de la bilis segregada en los intestinos se reabsorbe, muchas sustancias tóxicas se eliminan eficazmente del cuerpo gracias a la bilis. De esto se desprende cómo las funciones digestivas están vinculadas a la función hepática.

Las funciones metabólicas del hígado son inmensas, ya que el hígado está intrincadamente involucrado en el metabolismo de los carbohidratos, las proteínas y las grasas, en el almacenamiento de vitaminas y minerales, en la formación de numerosos factores fisiológicos; y en la desintoxicación o excreción en la bilis de diversos compuestos químicos, entre los que se encuentran hormonas (tiroxina, cortisol, estrógeno, aldosterona), histamina, drogas y pesticidas. Es decir que también el aspecto endocrinológico (funcionamiento hormonal), está vinculado al funcionamiento hepático.

¿A que se llama “Hígado lento”?


El término “hígado lento”, probablemente refleja un mínimo deterioro de la función hepática, pero debido al importante papel del hígado en numerosos procesos metabólicos, incluso el mínimo deterioro de dicha función puede tener profundos efectos. La colestasis o disminución del flujo biliar es una de las causas principales que contribuyen a ese deterioro. La obstrucción de los conductos biliares y el deterioro del flujo biliar dentro del hígado pueden ocasionar la colestasis. La causa más común de obstrucción de los conductos biliares es la presencia de cálculos biliares. Como mínimo se calcula que 20 millones de personas en EEUU tienen cálculos biliares en la actualidad, aproximadamente el 20% de la población femenina y el 8% de la masculina, por encima de los 40 años de edad y se extraen cerca de 500.000 vesículas al año a causa de los cálculos. Se ha determinado que la presencia de dichos cálculos está relacionada con el exceso en el consumo de grasas, de químicos, con la baja ingesta de fibras. El estilo de vida estresante contribuye también y el hecho que sea más presente en mujeres que en hombres se relaciona también con que la mujer tiene una condición psicofísica más receptiva y vulnerable a los estímulos externos, llámese a estos estrés ambiental, exceso de comida, exceso en la ingesta de químicos y medicamentos en general.

El deterioro del flujo biliar dentro del hígado puede producirlo una diversidad de agentes y situaciones. En general las pruebas de laboratorio no pueden medir el deterioro de la función hepática. Mucha gente dice haberse hecho los exámenes correspondientes y no encontrar nada que determine que su hígado no funciona adecuadamente, pero los síntomas que la persona padece hablan de un hígado sobrecargado. El juicio clínico de un médico responsable que se guía por los principios de autorregulación de la Naturaleza y por las características personales del paciente, es el que puede determinar cuán desequilibrado esté o no esté, este órgano.

¿Qué es lo que afecta la función hepática?


El funcionamiento del hígado depende de muchos factores. Uno de ellos tiene que ver con el tipo de personalidad. El hígado fue llamado por los antiguos chinos el alma del cuerpo, es el órgano más sensible frente a los desafíos externos, es casi el que más se afecta frente a situaciones diferentes y adversas a las que se viven habitualmente. Existen personas susceptibles, sensitivas y con una carga emocional importante, este tipo de personalidad hipersensible, emocional, insegura, necesitada de la aprobación externa, tiene un hígado sensible que se afecta más allá del alimento y la contaminación ambiental, son las llamadas personalidades hepáticas, dónde la sensación de inseguridad, el miedo, la sensación de estrés en general, afectan el buen funcionamiento de dicho órgano.

Otro aspecto a considerar es la calidad de la sangre, que se ve afectada por disturbios emocionales y cuando la sangre modifica su calidad, todos los órganos disminuyen su potencia, el hígado, al ser el laboratorio del cuerpo y siendo su función eliminar las toxinas, al trabajar en un medio con una sangre debilitada, no tiene la capacidad de funcionar adecuadamente.

El comer más de la capacidad que cada uno tiene, afecta también la función hepática, es decir el exceso de comida, ésta es una de las principales causas de deterioro hepático. Muchas personas comparan lo que comen, con otras que tal vez comen más, sin embargo lo que es poco para muchos, para otros es demasiado, cada uno tiene una medida y cada uno también sabe, conoce cuál es su medida. También puede ocurrir que se coma en poca cantidad pero tenso, esto también implica un importante y fundamental motivo de deterioro hepático.

El exceso en el consumo de grasas, aceites, azúcar, farináceos, también desequilibra al hígado, el exceso de alimentos horneados, el exceso de harinas, ya sea en forma de pan, budines, empanadas, pastas. Los alimentos quimicalizados, conservantes, insecticidas, fertilizantes, colorantes, resaltadores de sabor, espesantes, la química de los medicamentos, es decir los medicamentos en sí mismos, los contaminantes que se respiran a través de las atmósfera, la química de lo que está en contacto con la piel (elementos de cosmetología), la carga electromagnética de computadoras, televisores, celulares, despertadores, el alcohol, el café, el té negro, la hierba mate, el tabaco, actúan generando el desequilibrio de ésta función.

El sol afecta muchísimo la función del hígado, éste es un órgano duro, compacto, lo que lo nutre y aliviana es el frío, lo blando, lo húmedo, lo agrio, lo amargo, lo acuoso. Muchos creen que el problema de tomar sol en demasía afecta la piel, sin saber que además los órganos también son afectados por la luz solar. El dolor de cabeza que se genera luego de una exposición al sol tiene que ver con la afección que el hígado recibe frente a dicha exposición, enlenteciendo la capacidad circulatoria. La insolación es un ataque al hígado.

Si se entiende a la vida como la posibilidad de un constante equilibrio es fácil entender que cuando se tiene un hígado sensible, cosa que hoy en día todas las personas tenemos, el cuidado del mismo depende de la posibilidad de equilibrarlo. El calor, la sequía, los alimentos demasiado cocidos, quemados, demasiado salados, los picantes y muy saborizados, los muy caliente, muy densos, sobrecargados de elaboración, afectan la condición hepática. En cuanto a lo emocional, actitudes duras, inflexibles, rígidas, de enojo, exageradas, el exceso de preocupación y una actitud corporal sedentaria, también lo alteran.

Muchas personas ya desde los primeros meses, padecen trastornos hepáticos que no son vistos como tales por la medicina tradicional. El hígado de un bebé depende en gran medida de sus padres, si la madre durante el embarazo estuvo anímicamente afectada y consumió el tipo de alimentos mencionados anteriormente, es muy probable que la función hepática y digestiva del bebé se vea limitada.

Si a través de la infancia, la persona ha sido sobrealimentada, o como característica del grupo familiar era común la ingesta de carnes, quesos, leche, azúcares y alimentos quimicalizados, luego se padece a lo largo de la vida una sobrecarga hepática y dificultades orgánicas y psicológicas, que pueden ser el origen de muchas enfermedades, tales como hipertensión, problemas circulatorios en general, quistes, fibromas, alergias, resfríos, gripes frecuentes, muchos tipos de cáncer, depresión, irritabilidad, enojo constante, impaciencia, poca tolerancia.

¿Cuáles son los síntomas de un hígado sobrecargado?


Al estar el hígado relacionado con todos los órganos internos, las manifestaciones de su funcionamiento aparecen en todo el cuerpo y los síntomas son: anorexia (falta de apetito normal), cansancio, sed exagerada, náuseas y vómitos, irritabilidad constante, debilidad general, sensación de vientre pesado e hinchado, constipación, intestino flojo, flatulencias, pesadez y dolor en las piernas, dolor de cabeza, insomnio, endurecimiento doloroso en la nuca y hombros, visión doble y borrosa, zumbido psíquico, vértigo, boca amarga, y seca, edema en el rostro y piernas, somnolencia, bostezos constantes, color amarillo en el rostro, piernas y palmas de las manos.

Son raros los síntomas de dolor o fiebre en el hígado, pero ocurren en los casos más avanzados como hepatitis aguda, cirrosis supurativa,  cálculos biliares.

Cuando la persona padece alguno de estos síntomas, la medicina acude a la medicación, a la intervención quirúrgica, sin tener en cuenta el origen de dicho síntoma. En la mayoría de los casos, con una alimentación desintoxicante, depurativa y fundamentalmente cambiando hábitos de vida, dichos síntomas desaparecen.

¿Cómo se lo considera dentro del organismo y cómo se relaciona con las otras funciones corporales?


Mencionamos que el hígado es el responsable de desintoxicar al organismo, actuando como laboratorio. El exceso de contaminantes que entran al torrente sanguíneo debilita su función por lo que las toxinas no salen por los canales habituales y permanecen en el organismo dificultando otras funciones. Por ejemplo, si el hígado se ve sobrecargado debido a una ingesta exagerada de grasas, azúcares, alcohol, alimentos excitantes como gaseosas, café, mate, té negro, las toxinas que éste debería filtrar quedan en la sangre enlenteciendo su circulación y generando diversos problemas vasculares.

Muchos médicos recetan Hierro como suplemento, Calcio, Vit. E, C, Litio, Zinc, etc., etc.; éste exceso de nutrientes también afecta a este órgano, que no tiene capacidad para tantos minerales y vitaminas; cuando esto ocurre, la sangre desequilibra su capacidad circulatoria, generando, según la persona hipertensión o hipotensión u otros síntomas.

Los dolores de cabeza, los mareos, los dolores articulares son muchas veces y en la mayoría de los casos, manifestaciones de sobrecargas hepáticas.

Las alergias son también la forma que tiene el organismo de expresar una sobrecarga de toxinas que el hígado, debido a su propia sobrecarga no ha podido eliminar.

El funcionamiento del corazón también se relaciona con lo hepático, al no haber una buena circulación debido a una sobrecarga hepática el corazón se ve afectado. El intestino, el riñón, el estómago, deben su congestionamiento a la falta de purificación que el hígado no puede realizar en la sangre que también nutre a estos órganos. Muchos quistes, tumores y cánceres, se deben a la aparición de radicales libres, que debido a un proceso de oxidación y a la falta de eliminación de toxinas, quedan en el organismo desdoblando las células y generando cuerpos extraños, que son acumulaciones de mucus y ácidos grasos que no han podido ser eliminados debido a una sobrecarga.

Virus, hongos y bacterias tienen su origen, muchas veces en sobrecargas hepáticas.

¿Cómo afecta la actividad física en relación al funcionamiento del hígado?


La vida sedentaria impide la actividad circulatoria, generando acidificación de la sangre, la sangre acidificada sobrecarga las funciones corporales. Una buena oxigenación a través de la actividad física constante y de ejercicios respiratorios diarios, permiten nutrir al sistema nervioso autónomo, encargado de las funciones involuntarias del organismo. El hígado al ser un órgano tan sensible necesita nutrirse de buen oxígeno y de  sangre pura.

En el Yoga, por ej. las posturas invertidas generan una activación circulatoria que fortalece al hígado, lo mismo las posturas que tonifican y flexibilizan. Al estar el cuerpo flexible la función circulatoria aumenta beneficiando el funcionamiento de todos los órganos.

La importancia del aspecto emocional, la relajación en relación al funcionamiento del hígado.


Prácticas cotidianas de relajación, respiración profunda, conexión con los sentidos y meditación son necesarias para resolver y prevenir problemas relacionados con ésta función. La conexión con el cuerpo a través de la relajación profunda permite tomar conciencia que hay un estado de relajación al cual uno puede acceder y justamente, es el que uno no tiene y necesita tener para encarar bien el trajín diario. Tenemos que aprender a funcionar relajados y comprender que las tareas pueden realizarse libres de presiones y exigencias. Aprender también que la exigencia y la presión más fuerte no es la que viene de afuera sino la que es causada por uno mismo. Son nuestros temores los que nos tensan, temor a no ser queridos o valorados por los otros, nuestro espíritu competitivo, y esa dureza, esa tensión afecta nuestra condición física. El darse cuenta de estas actitudes que cada uno de nosotros tenemos frente a la vida, estando muy atentos a ellas, sin querer modificarlas, sino sabiendo convivir con ellas y siendo muy concientes, es lo que permitirá que un día no estén.

Todo es posible de resolver, sólo que nos falta paciencia y un profundo interés.

También siempre está el miedo frente a las manifestaciones del cuerpo y no damos tiempo a la naturaleza a que ésta se exprese, queriendo tapar con pastillas, con lo cual no resolvemos, tapamos.

Una buena alimentación, una buena actividad física y la meditación como forma de poder llegar al trasfondo de las actitudes que nos desequilibran, permitirán el buen funcionamiento de todas las funciones corporales, incluida la hepática.

Dieta Desintoxicante del Hígado, por 1 semana ó 10 días


Desayuno

Té de Carqueja, ó de Diente de León o Cardo Mariano (alternar cada día). Pasta de manzana con arroz integral, ó Panqueque de harina integral con pasta de manzana. (*) Fruta: manzana ó pera

Media Mañana

Jugo de zanahoria con manzana verde y gotas de jugo de jengibre fresco, ó Jugo de zanahoria con apio, remolacha, manzana verde y gotas de jugo de jengibre fresco. Alternar cada día.

Almuerzo

Lunes: Arroz integral con brócoli y zanahoria al vapor, ensalada de acuzai escaldado, zanahoria rayada condimentada con jugo de limón, 1 cucharadita de aceite de oliva de 1° presión en frío, pizca de sal marina. Té Diente de León.

Martes: Fideos de trigo de harina integral con salsa de zanahoria y cebolla (*), puerros y chauchas al vapor, ensalada de repollo blanco, con apio y manzana. Condimentos: los mismos que el día anterior. Té Cardo Mariano.

Miércoles: Mijo con verduras, zanahorias glaseadas, ensalada de cebollita de verdeo cocida, nabo rayado, naranjas, berro. Condimentar como los días anteriores.

Té de Diente de León.

Jueves: Arroz integral con verduras al vapor (roja, blanca, verde), ensalada de achicoria, zanahoria rayada, perejil. Condimentar con sal marina y jugo de limón. Té de Carqueja.

Viernes: Fideos de trigo sarraceno (Soba) con salsa de tomate. Ensalada de rabanito, acuzai, pomelo, apio. Condimentar con 1 cucharadita de aceite de germen de trigo, pizca sal marina y jugo de limón. Té de Cardo Mariano.

Sábado: Mijo con verduras y verduras al vapor (roja, verde, blanca). Ensalada de achicoria, perejil, manzana, zanahoria. Condimentar con sal marina y jugo de limón. Té de Diente de león.

Domingo: Arroz integral con verduras al wok (zanahoria, brote de soja, jengibre, chaucha). Ensalada de berro, zanahoria, hinojo, tomate. Condimentar con aceite de germen de trigo de 1° presión en frío y jugo de limón. Té de Carqueja.

Merienda

Consumir los tés del desayuno, ir variando los mismos. Las opciones serían:

  1. Manzana rayada cruda o pasta de manzana con jalea de membrillo sin azúcar o miel de maíz.

  2. Torta Hebe de manzana (*) con jalea de membrillo o miel de maíz.

  3. Panqueque (*) con jalea de membrillo o miel de maíz.Ir variando día a día.

Cena

Sopa de verduras (*), opciones:

  1. a) Zapallo, nabo, cebolla.

  2. b) zapallo, zanahoria, zucchini, cebolla.

  3. c) Zapallo, puerro, nabo.

Agregarles ya en el plato servido, jugo de jengibre fresco. Ir variando cada día.

Verduras al vapor:

  1. zanahoria, brócoli, nabo.

  2. zanahoria, papa, chaucha.

  3. zanahoria, cebollita de verdeo, repollo blanco.

  4. zanahoria, zapallito de tronco, acelga.

  5. zanahoria, zucchini, acelga.

Ir variando cada día, condimentar con salsa de soja artesanal. Antes de dormir consumir una manzana verde rayada y Té de Cáscara de naranja o Cáscara de limón.

Para tener en cuenta


Este tipo de alimentación es necesario llevarla adelante solamente 7 ó 10 días, como máximo, luego la persona tendrá que evaluar con algún profesional especializado cómo continuar para que no le falten nutrientes y no se descompense, por eso es importante que no se prolongue más de 10 días.

Los tés de hierbas mencionados, el limón, la manzana verde, el nabo largo crudo rayado, el jengibre y el membrillo son aliados que ayudan a darle potencia a la función hepática.

Es necesario prescindir de proteínas animales  y vegetales por el tiempo mencionado.

Los cereales integrales ayudan en el proceso de desintoxicación, lo mismo que las verduras y frutas.

Si la persona tiene problemas de constipación evitar el té de carqueja y reemplazarlo por los otros tés, evitar el limón y reemplazarlo por jugo de naranja, evitar la jalea de membrillo y reemplazarla por miel de maíz.

Si la persona tiene problema de intestino flojo, evitar las verduras y frutas crudas y reemplazar solamente por cocidas, evitar la acelga.

(*) Ver receta en el libro “Aprendiendo a cuidar el cuerpo-mente”, 200 recetas Sanas y Naturales del Spa Las Dalias, de Liliana Racauchi y José Bidart- Editorial Kier. 

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